Hoy se celebra el Día Internacional contra la violencia de género. Parece mentira que en pleno siglo XXI estemos hablando de 42 mujeres muertas, sólo en España, en lo que va de este año 2012. Y eso sin contar las que padecen agresiones, físicas y psicológicas, todos los días.
Algunas se atreven a dar un paso al frente y denunciar su situación, pero muchas siguen callando por miedo y, lo que es peor, por falta de apoyos. El gobierno español con su política de recortes y con sus tasas judiciales se está convirtiendo en cómplice de los maltratadores, al hacer que sea más difícil para las víctimas denunciar.
Pero lo más grave de todo es que seguimos teniendo una carencia importante en la educación de los más pequeños, en enseñarles que hombres y mujeres somos iguales. Y esa labor no sólo es del gobierno de turno, o de las escuelas. Es una labor que debe empezar en las familias, entre los amigos y en la calle.
Por la parte que me toca, seguiré luchando para que llegue el día en que ninguna mujer deba callar y esconder sus golpes, para seguir dando voz a las que, por desgracia, ya no la tienen. Y, en definitiva, por un mundo en que un día como el de hoy, no sea necesario.