Hay momentos en que cuesta mantenerse a flote. Todo a nuestro alrededor se derrumba con mayor o menor velocidad y es difícil no dejarse arrastrar. Sin embargo dejarse caer no es la solución. Nunca lo es.
Un vistazo rápido a nuestro alrededor nos hará descubrir algo a lo que agarrarnos. Seguro nos permitirá encontrar esa tabla que nos salve de hundirnos. Esa tabla a la que aferrarnos.
No importa que la tabla no sea lisa. No importa que tenga aristas. Esa tabla nos permitirá seguir a flote hasta que pase la tormenta.